Los tatuajes son una adición estética muy llamativa en el cuerpo humano, desde su popular conocimiento y teniendo un origen alrededor del año 2.000 a.C. Se han convertido en una costumbre incluso en diferentes sociedades en el mundo, sin embargo, existen riesgos en la piel al tatuarse, según el tipo de piel y tinta la persona podría contraer infecciones si no se toman las medidas preventivas para adquirir un tatuaje.
Los tatuajes se entienden como una marca permanente o temporal que inyecta pigmentos de tinta en la piel, generalmente el proceso es realizado con una maquina similar a las usadas para coser. El tatuado se realiza sin anestesia y produce sangrados leves en la capa superior de la piel, sumado al dolor leve que genera, las personas deberían realizarse estudios previos para asegurar su salud antes de ponerse uno.
Principales daños en la piel al tatuarse
El proceso de tatuado abre de forma continua cortes que sangran y aumentan los riesgos de contraer infecciones en la piel, el tipo de tinta además puede generar alergias leves o fuertes sarpullidos que aparecen incluso años después del tatuado. Si el tatuador es clandestino puede ocasionar daños permanentes en la piel debido al uso incorrecto de la máquina de tatuar.
Cuidados y prevenciones para tener un tatuaje
Principalmente la persona interesada en obtener un tatuaje debe preguntar por un lugar adecuado, con profesionales que cumplan las medidas adecuadas de higiene, el tatuador debe usar guantes y el proceso de curación tras realizar el tatuaje deberá cumplir con el cuidado estricto del área, manteniéndola humectada y alejada de ropas que eviten la respiración de la piel.