Poder de la Oración

El poder de orar y trabajar en lo que deseamos

Muchas personas se quejan de la vida que tienen y alegan que le piden cambios a Dios contestemente, pero no ven dichos cambios. La verdad es que el cristiano debe hablar con Dios, pedir en oraciones milagrosas, de protección, sanación o por trabajo, pero también, pedirlo sin dejar todo en manos de Dios. Él nos pide que seamos fuertes, y que no nos detengamos.

No se trata solo de orar

Poder de la Oración
Poder de la Oración. Foto por Michaelgaida a través de Pixabay.

Para ser honesto, no me sorprende que esas oraciones no den resultados. Considera este escenario: Rezas a María y haces una petición. Se hace realidad. Entonces, ¿a quién le expresas gratitud, alabanza y honor? Exactamente, no a Dios, sino a María. Pero ahora entendemos que, aparte de Dios, no debemos tener nada ni nadie (Jesús también es Dios; persona de la Trinidad). No hay otros dioses. Tampoco hay estatuas de María, ni santos, ni patronos. Rezamos «sólo» al Todopoderoso. Y es a Él a quien debemos nuestra gratitud y alabanza.

«¡No debes tener otros dioses que no sea yo! No harás ninguna imagen o semejanza de nada en el cielo de arriba, en la tierra de abajo o en las aguas de abajo de la tierra. ¡No los servirás (o: adorarás), ni te inclinarás ante ellos! Porque yo, Yahveh tu Dios, soy un Dios celoso, que castiga la maldad de los padres sobre los hijos, nietos y bisnietos de los que me odian, pero que muestra bondad a los miles de descendientes (o: a la milésima generación) de los que me aman y observan mis leyes». (Menge Bibel; marcado en color por mí; Éxodo capítulo 20, versículos 3-6).

Para que no haya temor de malentendidos. Todos tus pecados son perdonados en la Nueva Alianza. De lo contrario, la muerte de Jesús por ti habría sido en vano. Así que no habrá más maldiciones, acusaciones o castigos para ti (Romanos 8:1). La gracia prevalece por medio de Jesús, según la verdad bíblica en la Nueva Alianza (Juan 1:17).

Es por ello que no solo debemos pedir a la Virgen María y a los santos para que interceden, debemos llegar directamente a Dios y trabajar en lo que queremos, porque Dios no quiere que seamos estáticos, él quiere que trabajemos, que seamos activos y agradecidos con su misericordia. La oración hace mucho para conectar con nuestro padre celestial, pero recordemos que «con el mazo dando y a Dios rogando». No perdamos la fe.